En su casa de vacaciones, el arquitecto Yorgos Zafiriou y scénoraphe Manolis Pandelakis optaron por una decoración donde la sencillez y la sobriedad reinan. En una de las salas tradicionales exóticos, jugaron la simetría y la armonía de los colores. Como en todas las casas mediterráneas, las paredes y las vigas eran blanqueadas para aportar frescura. En una pared se pintó una base gris, que también sirve como cabecera y espejo rectangular de ancho tiras enmarcadas del mismo color para darle un poco de profundidad a la habitación. A cada lado de la cama como de noche, fue pintado cuadros azules de recuperación simple.
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